martes, 24 de junio de 2008

Una noticia sabrosa

Inauguraron en Córdoba el primer museo de la pizza
Lo creó la familia Iudicello, pionera del rubro en la provincia


CORDOBA.- Los Iudicello eran inmigrantes sicilianos que llegaron con lo puesto después de la Primera Guerra y se radicaron en Córdoba. Y fieles a sus tradiciones, se dedicaron a la fabricación de pizzas. Así dieron origen a lo que, con el paso de los años, se constituyó en uno de los símbolos de los cordobeses: la pizzería Don Luis.
Medio siglo después, las nuevas generaciones de los Iudicello no tuvieron mejor idea que rescatar los elementos de trabajo de sus ancestros y crear el primer Museo de la Pizza que, según ellos, es "único en el mundo". El heredero, Pedro Iudicello, fue el promotor de esta iniciativa con el objetivo de rescatar todos los elementos que perduraban desde los inicios de la actividad gastronómica. Fue así que decidió destinar el 30 por ciento de la "cuadra" que ocupa la pizzería, en General Paz 338, pleno centro de Córdoba, para exhibir todo tipo de las antiguas maquinarias y utensilios y hasta la bicicleta que en la década del 50 ya había instalado el delivery de la pizza. Entre las preciadas piezas, el flamante museo exhibe también la antigua pala de madera, el horno, un tanque y la serpentina que daba agua caliente, un ordenador de cuchillos, las tablas de corte con tapa de aluminio y una balanza.
Además, se exponen delantales y gorros de la época (algunos con firmas de célebres personajes), destapadores, y las viejas botellas de las recordadas Bidú Cola, Crush, cerveza y ginebra. Y el muestrario se complementa con un envase de pizza disecada de los astronautas del trasbordador Discovery, que fue donado por un argentino que trabaja en la NASA; un botín del futbolista Daniel Willington y elementos que pertenecieron a figuras tales como el sindicalista Agustín Tosco, el pintor Alberto Seguí, y artistas de la música como el Chango Rodríguez, Cristino Tapia, el "Sapo" Cativa y Ciriaco Ortiz.
Pedro Iudicello dijo a LA NACION que la idea del museo surgió para que no se perdieran gratos recuerdos que atesora la pizzería, cuyo nombre fue impuesto en honor al primer maestro, el austríaco Luis Gavrigelcich, en 1952.
Agregó que por el lugar desfilaron innumerables figuras de distintos ámbitos, entre ellas el cantor de tangos Alberto Castillo, a quien designaron como padrino.
"Nuestra pizzería guarda un mosaico de la identidad cordobesa, de su música, su humor, su trabajo, sus luchas y el fútbol", agregó.


fuente: Diario La Nación

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