El Club Atlético Boca Juniors y el Grupo Solanas presentaron el primer hotel temático de fútbol del mundo. Con un moderno diseño realizado por el arquitecto uruguayo Carlos Ott y ubicado en el histórico barrio de San Telmo, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, el Boca Juniors by Design Suites ofrece arquitectura de vanguardia, servicios de primer nivel y, subido al poder de marketing que tiene el principal club de la Argentina, una oferta colorida (azul y oro) para el turista.
No hay dudas que la marca Boca arrastra. Y un fenómeno que trasciende fronteras es una tentación para cualquier emprendimiento comercial. Por ello el Grupo Solanas, a través de su cadena Design Suites, presentó el Hotel Boca Juniors by Design Suites, el primer hotel temático de fútbol del mundo. Será un lugar destinado a turistas de todos los continentes atraídos por este fenómeno futbolero, un reducto para los fanáticos de alto target y para el descanso y las concentraciones de los futbolistas del club.
Con proyecto y dirección del prestigioso arquitecto uruguayo Carlos Ott, el edificio se construirá en Tacuarí 243, el corazón del barrio más tradicional de Buenos Aires, San Telmo. Con una inversión que rondará los u$s 15 millones, las obras comenzarían en 30 días y demorarían en construirlo alrededor de 24 meses, con lo que se prevé inaugurarlo para el 2010, año del Bicentenario.
Este hotel de diseño, el reconocido formato boutique, contará con 7.500 m2 distribuidos en 17 plantas y 89 suites. Tendrá un servicio cinco estrellas, restaurante gourmandise, bar temático, gimnasio, SPA, piscina in-out, canal de TV temático y un salón de eventos y convenciones.
César Raúl Mochón, presidente del grupo Solanas, señala “Apostamos a este desarrollo, a pesar de este momento crítico de los mercados, porque el grupo de inversores que nos acompaña sabe lo que significa el proceso de crecimiento del turismo en Argentina. Para la Ciudad este hotel va a ser un emblema porque va a estar asociado a uno de los clubes más importantes del mundo”.
Según el empresario, “desde hace ya varios meses estamos recibiendo reservaciones desde varios lugares del mundo (Canadá, Alemania, India), aun cuando todavía no comenzó la construcción”. Todo un dato que explica las posibilidades que se abren.
Si bien aún no tienen definidos los lineamientos que tendrá la tematización que se le dará al hotel, Carlos Ott, al referirse al diseño que piensan señala, “estamos trabajando con un equipo multidisciplinario tratando de pensar cómo podemos explicar otra forma de experimentar lo que significa Boca, no sólo para el hincha argentino o al plantel, sino también para el turista extranjero que reconoce a Boca como una atracción. Pero no podemos repetir lo que tiene el museo del club, tenemos que expresarlo de una forma diferente.” A pesar de esto, los desarrolladores ya sueñan con habitaciones con nombres de jugadores (con la suite Maradona a la cabeza) y personalidades boquenses.
Lenguaje moderno, detalles xeneixes
En pleno barrio de San Telmo los arquitectos proponen un edificio de características vanguardistas. “Pensamos un edificio que se constituya en una referencia icónica de esta parte de la ciudad”, señala Ott.
Formas curvas y verticales que se suben al cielo con un gran mástil, donde se imaginan una bandera, con manchas amarillas sobre un fondo azul y una fuente lineal de iluminación como coronamiento.
Un trabajo detallado se realizará sobre cada una de las fachadas tanto frontales, como laterales y posterior, que serán objeto de diferentes tratamientos con la idea de generar un aporte visual distintivo a la ciudad. A esto se le sumará la “quinta fachada” o planta de techos que contarán con pérgolas metálicas caladas de manera de ocultar los equipamientos técnicos de aire acondicionado y demás instalaciones.
En la fachada principal se plantearon cuatro planos de cristal levemente curvos que dialogan formalmente entre sí y a la vez se van recortando en altura. La idea es que se “incruste” en la manzana de manera removedora y provocativa, generando un hecho arquitectónico que pueda, también, contemplar contextualmente las diferentes alturas de las edificaciones vecinas y, finalmente que cumplan con las normativas vigentes en la ciudad.
Utilizando un lenguaje potente y riguroso, se busca un espacio interior que integre aspectos visuales, técnicos y emocionales. Las plantas inferiores adoptan la disposición geométrica del terreno, el lobby se define como un espacio de referencia visual permanente, conectado en vertical por una caja transparente en despiezos horizontales en vidrio y acero que contiene los ascensores.
La trayectoria dinámica de Boca se verá reflejada en un recorrido interior donde se acentúan los despiezos longitudinales a través de piezas largas y angostas que recubren pisos, cielorraso y revestimientos, convirtiéndose en el leit motiv del diseño.
El espacio principal está concebido como un trayecto. Comienza al acceder al hotel a través de planos vidriados y termina en una pantalla de bambú montada sobre marcos metálicos. El espacio nunca pierde su linealidad, aunque aparezcan ocasionalmente sitios individuales dispersos; donde el equipamiento y las referencias “Boca Juniors” marcan las pausas.
A nivel del basamento del edificio se encontrarán las áreas públicas del hotel; en planta baja el acceso, lobby y comedor; en el primer subsuelo la sala multiuso y en primer nivel el área deportiva. Todos estarán vinculados por un gran hall de triple altura.
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